Este 22 de septiembre comenzó la aventura «La España Azul», un proyecto en el que se enmarca la primera expedición científica (a vela) en la que se recolectarán datos para analizar los ecosistemas marinos de las costas españolas y portuguesas.
Esta iniciativa, liderada por Nacho Dean, miembro del Círculo UnLimited y el primer hombre en dar la vuelta al mundo a pie y unir nadando los continentes, tiene el objetivo de generar un impacto medioambiental positivo a través de la investigación científica y divulgativa.
Comenzamos este artículo hablando sobre esto porque tiene mucha relación con el tema que abordaremos a continuación.
(Si quieres saber más sobre el proyecto «La España Azul», entra en este enlace).
La economía azul y su alcance
La economía azul o Blue Economy consiste en tomar al océano como un enorme sistema económico, y partiendo de allí, hace referencia a todas las actividades económicas relacionadas con los océanos, mares y costas. Abarca todas las industrias y los sectores relacionados, tanto los basados en el medio marino (el transporte marítimo, la pesca, la generación de energía, entre otros) como los basados en tierra (por ejemplo, los puertos, los astilleros, el turismo costero, entre otros), proporcionando alrededor de 4,5 millones de empleos directos (Comisión Europea, 2020).
Además, señala la importancia transversal de la innovación en todas estas actividades, ya sean tradicionales o emergentes, sectoriales e intersectoriales.
Si miramos a nuestro planeta, está compuesto por un 70% de agua y un 30% de tierra. Nuestros océanos constituyen el 97% de los recursos hídricos del mundo, produce al menos el 50% del oxígeno del planeta, albergan la mayor parte de la biodiversidad y son la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en el mundo.
¿Vamos entendiendo su importancia? Y podemos continuar…
Te contamos más sobre los puntos de alcance de impacto que tienen los océanos en el mundo:
- El océano es el principal regulador climático que tenemos.
- Los océanos y los mares proporcionan la mitad del oxígeno que necesitamos para la vida en este planeta.
- Contienen el 80% de todas las formas de vida.
- Proporcionan alimento a casi la mitad de la población mundial.
- Estos alimentos contienen recursos importantes para la salud mental y física humana (como, por ejemplo, el Omega 3).
Por eso no es de extrañarse que nuestros océanos están involucrados en una compleja red de interacciones económicas.
De allí han nacido más activistas y organizaciones decididas a enfocarse en esta área del planeta.
La economía azul, el mundo y las empresas
El potencial de la Economía Azul para respetar nuestro planeta, garantizar y mejorar el bienestar humano y promover una justicia social es enorme. Los riesgos no son menores si se siguen utilizando o explotando los servicios ecológicos de los océanos, mares y costas con intereses primordialmente económicos.
Hoy más que nunca, la humanidad ha entendido su relevancia y ha asumido la protección de los océanos.
Las empresas, instituciones y organizaciones que contribuyen a la restauración, protección o mantenimiento de ecosistemas marinos productivos y resilientes, y promueven la disponibilidad de agua limpia e instalaciones de saneamiento, se han convertido en importantes actores de la Economía Azul.
Como empresa, se puede invertir en investigación, capacidades e innovación para mirar las oportunidades medioambientales y económicas que los océanos guardan.
La agenda detallada para la economía azul es indispensable para alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo y complementar otras iniciativas recientes de la Comisión sobre biodiversidad, alimentos, movilidad, seguridad y más.
A continuación dejamos tres ejemplos de cómo la economía azul puede impactar positivamente en el mundo y en las empresas:
- Contribuye a la mitigación del cambio climático mediante el desarrollo de energías renovables en alta mar, la descarbonización del transporte marítimo y volver los puertos más ecológicos.
- El desarrollo de infraestructura verde en las zonas costeras ayudará a preservar la biodiversidad y los paisajes, al mismo tiempo que beneficiará al turismo sostenible y la economía costera.
- Hará que la economía sea más circular al renovar los estándares para el diseño de artes de pesca, para el reciclaje de barcos y para el desmantelamiento de plataformas marinas.
Nuestros océanos y la «economía azul» son claves para lograr la transformación sistémica que necesitamos para ser realmente sostenibles.